Impulsando una nueva era en la enseñanza y el aprendizaje con Google for Education

Una revolución educativa se está desarrollando en América Latina, donde la pasión de miles de docentes y el poder de la tecnología están creando un futuro con más oportunidades para las y los estudiantes de la región. Lejos de ser una simple modernización, esta transformación marca un profundo cambio de paradigma. Con Google for Education como aliado, la región está construyendo un sistema educativo más humano, eficiente y equitativo.
Este cambio es producto de un momento de reflexión profunda sobre el futuro de la educación pública. Las escuelas de la región enfrentan desafíos que van desde las crecientes brechas en el aprendizaje hasta el declive en el bienestar y la permanencia de los equipos docentes, pasando por la emocionante, aunque a veces desafiante, integración de la Inteligencia Artificial en las aulas.
En este contexto, varios gobiernos han comprendido que la colaboración entre el sector público y los líderes tecnológicos es fundamental para construir sistemas educativos más resilientes y preparar a las nuevas generaciones para los desafíos que les esperan.
A lo largo de toda la región, comunidades enteras están demostrando que la innovación no es un fin en sí mismo, sino un puente para conectar, inspirar y liberar el potencial de cada estudiante. En México, las historias de los estados de Baja California y Jalisco ya han demostrado cómo una visión clara, combinada con las herramientas adecuadas, puede redefinir los límites de lo posible en la educación pública.
Baja California: Confianza, capacitación y tecnología para construir el cambio
Hace más de una década, Baja California se convirtió en el primer estado de México en adoptar Google for Education en sus escuelas. El inicio no fue sencillo: solo un 3% de los docentes usaba la tecnología a diario.
Para enfrentar este problema, la Secretaría de Educación realizó una nueva estrategia de formación en la que impulsó capacitaciones masivas, presenciales y en línea, con el principio de trabajar junto a los docentes. Ese acompañamiento cambió la percepción y permitió que tareas que antes llevaban horas se resolvieran en minutos o en solo “dos clics”.
El proyecto se consolidó cuando después de los entrenamientos, las y los docentes comenzaron a ver Google Workspace for Education no sólo como una plataforma útil, sino como un dinámico ecosistema para el aula. La organización de los cursos se volvió más ágil, la colaboración más fluida y la interacción entre los alumnos trascendió los límites físicos de la escuela. Con la llegada de Gemini for Education, el asistente de inteligencia artificial de Google, las posibilidades se ampliaron aún más. Hoy, las y los docentes cuentan con un aliado que les ayuda a generar ideas, proponer actividades y diseñar dinámicas adaptadas a las necesidades de cada grupo.
Después de haber probado cómo esta tecnología estaba ayudando en el aula, el estado de Baja California continuó buscando mejorar aún más la experiencia educativa. En marzo de 2025, profundizó su compromiso y se convirtió en el primer estado de México en invertir oficialmente en licencias de Google Workspace for Education Plus. Hoy, más de 162 mil estudiantes y cientos de docentes de 480 escuelas secundarias públicas utilizan cada día esta tecnología, apoyados por más de 175 mil licencias de esta edición de Workspace.
Jalisco: Donde la transformación empieza por quienes enseñan
¿Qué pasa cuando la tecnología, lejos de sumar nuevas tareas, devuelve tiempo para lo esencial? En el estado de Jalisco, México, la transformación digital entró al aula de la mano de las y los maestros. Después de capacitarse en la tecnología de Google for Education, las y los maestros de las escuelas públicas de Jalisco impulsaron un cambio cultural en la educación del estado que hoy abarca niveles, materias y comunidades escolares enteras.
En el estado se destinaron más de 45,000 Google Chromebooks a los equipos docentes, lo que significa que más del 90% de los maestros de educación básica y media superior ya cuentan con una. Apoyar la enseñanza en un dispositivo sencillo y potente, ha simplificado la gestión cotidiana y le ha devuelto tiempo a las y los maestros para lo más importante: enseñar y acompañar. Ahora, los maestros ahorran tiempo que utilizaban en tareas repetitivas y pueden invertirlo en crear mejores experiencias de aprendizaje. “Antes tenía que cargar con carpetas y montones de papeles para calificar. Ahora todo está en Classroom: exámenes, formularios y actividades. Es una gran diferencia porque definitivamente me rinde más el tiempo”, relata Patricia Lugo Figueroa, maestra de Español en la Escuela Secundaria Mixta No. 53 “Laura Rosales Arreola”.
Adicionalmente, la Secretaría de Educación destinó 32 mil Google Chromebooks a estudiantes de sus escuelas públicas a través de las Aulas Google, que son carritos móviles con los que se reparten estos dispositivos en el salón cuando van a ser utilizados para una actividad escolar. La incorporación de las Aulas Google cambió la dinámica del aula, ya que no solo facilitaron el acceso a los dispositivos, sino también a un ecosistema integrado de herramientas como Google Workspace for Education, Google Classroom y Gemini for Education. La tecnología en el aula no se ha limitado al acceso a dispositivos, sino que las y los docentes en el estado han podido integrar estas herramientas a su enseñanza para que 1.3 millones de estudiantes puedan trabajar de forma simultánea, participar en proyectos compartidos y recibir retroalimentación más ágil e inmediata.
Al mismo tiempo, estas herramientas han ayudado a que las y los docentes puedan organizar actividades, revisar tareas y exámenes en línea, y promover dinámicas colaborativas que antes resultaban difíciles de sostener. Así, el aprendizaje dejó de ser una tarea individual para convertirse en una experiencia personalizada, en la que cada estudiante encuentra su propio ritmo.
El próximo capítulo de la educación
Baja California y Jalisco muestran caminos distintos con un propósito común: que cada estudiante tenga más oportunidades de aprendizaje. Estas experiencias prueban que cuando la tecnología se pone al servicio del docente, su impacto se multiplica en cada rincón del aula y la enseñanza se vuelve más humana, personalizada y transformadora.
La inteligencia artificial no viene a reemplazar la conexión humana. Al contrario, su verdadero aporte está en ampliar las posibilidades de la enseñanza, ya que libera tiempo de tareas repetitivas, facilita la personalización y ofrece nuevas formas de despertar la curiosidad.
Si queremos sistemas educativos más inteligentes, seguros e inclusivos, el camino es claro. Se necesita inversión pública , formación continua del equipo docente y acompañamiento cercano en la implementación. También es clave evaluar los esfuerzos para aprender de lo que funciona y escalarlo.
El desafío ahora es mantener el impulso para lograr resultados en más aulas. Así, preparamos a las nuevas generaciones no solo para el mundo que conocen, sino para el que pueden crear.